Se puede definir ensayo granulométrico como la medición gradual o calibración de las partículas que forman los suelos y formaciones sedimentarias o partículas, con el fin de analizar tanto su origen, como sus propiedades mecánicas.
Consiste en hacer pasar las partículas a través de una columna de tamices de diferentes luces de malla. Es importante que los tamices que utilicemos cumplan alguna de las normas internacionales (ISO, UNE, ASTM, etc.) y no estén rotos u obturados, para que los datos que obtengamos puedan ser fiables.
Los tamices deben disponerse en forma de columna uno encima del otro, de mayor a menor abertura de malla y situarlos sobre una tamizadora electromagnética de laboratorio, no olvidar situar un fondo de recogida de producto en la base de la columna.
Tamizar el producto durante unos 5 o 10 minutos. Dependiendo del tamaño de partículas o las luces de malla el tiempo requerido de tamizado puede ser mayor.
En el caso de no disponer de una tamizadora, el ensayo se puede realizar manualmente, utilizando uno más tamices y un fondo de recogida, empezando con la luz más abierta e ir trasladando las partículas que han pasado al tamiz siguiente.
Una vez terminado el proceso de tamizado, debemos proceder al pesado del material retenido en cada uno de los tamices, la suma de todos los pesos debe coincidir con el peso del material inicial. Tomando este peso como 100 % se calculan los porcentajes de los pesos obtenidos en cada uno de los tamices y el fondo de recogida utilizados. Con estos datos obtenemos una curva granulométrica que nos permitirá visualizar la tendencia homogénea o heterogénea que tienen los tamaños de grano de las partículas.
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